Por @Díaz_Yaguarán
El término “ideología” procede de un grupo de pensadores, filósofos, y sedicientes ideólogos contemporáneos de Napoleón Bonaparte -de hecho él era uno de ellos-, gravitaba en la mente de aquellos hombres de la ilustración, la pretensión de crear una nueva ciencia; denominada “ideología”, de signo materialista y con un marcado acento en el origen y evolución de las ideas, para luego emplearlas en la actividad política a través de la divulgación académica, en un período que muchos marxistas denominan “Revolución Burguesa de Francia”; uno de sus más conspicuos representantes fue el filósofo y aristócrata francés Destutt de Tracy; la gran mayoría de filósofos dedicados al estudio del origen de las ideas apoyaba a Napoleón, pero este luego decide romper con ellos durante el Consulado, llamándolos despectivamente “ideólogos”, una connotación que en su tiempo fue estimulada por el propio Napoleón, para indicar que era gente que estaba fuera de la realidad.
Aun cuando estos ideólogos no fueron los primeros en la historia del pensamiento en abordar el tema de las ideas, fueron los primeros en sistematizar más escrupulosamente una teoría de la ideología -ya en la primera modernidad, Bacon intentó hacer una teoría de los ídolos como obstáculos al conocimiento; Nicolás Maquiavelo, intentó por su parte estudiar esos obstáculos al conocimiento, logrando describir los mecanismos del ejercicio del poder; podríamos remontarnos incluso a la antigüedad clásica con Platón y su teoría de las ideas-, pero a pesar del devenir de la historia de las ideas, más recientemente fueron los filósofos franceses empiristas nacidos en el siglo XVIII, los primeros en formular una Teoría de la Ideología; Marx y Engels retomarán más adelante esa antigua teoría, dándole un nuevo contenido en la obra Ideología Alemana, donde tratan de redefinir la noción de ideología, -cabe resaltar que Marx se declaró discípulo del filósofo idealista Georg Hegel, del cual denostará más adelante, diciendo que su maestro filosofaba de cabeza-.
Marx y Engels definen a la ideología como una “falsa conciencia”, “un error sistemático”, un obstáculo al conocimiento científico (epistemológico), esta noción reaparecerá en el prólogo de su obra El Capital, este concepto de ideología de Marx, es el que habrá de seguir gravitando más adelante en los sociólogos del conocimiento, sobre todo por Manheim en su libro “Ideología o Utopía”, refiriendo la ideología como la herramienta de las clases dominantes, frente a la utopía de las clases dominadas, de unos intereses de clase frente a otros, por lo que bajo la perspectiva marxista, la ideología es un pensamiento partidista que toma partido de algo frente a otra cosa contraria que se considera vacía, anodina, sin sentido, donde no se atacan los argumentos del contrario sino que simplemente se le descalifica.
El espectro político que ha sido influenciado por el marxismo – en distintas gradaciones-, está saturado de partidos políticos que evidencian una supina inmadurez; constantemente atentan contra la razón y la verdad; sólo para guardar las apariencias de sus parcelas de poder y a la vez supeditar el interés general a sus mezquinos intereses particulares. Por tanto, bajo la propia perspectiva marxista – que considera que la ideología es un pensamiento partidista-, podríamos llegar a la conclusión, de que en realidad es el Marxismo el que es una Ideología, y todos sus herederos fieles representantes del sectarismo, de las prácticas más obcecadas, de las ideas más intransigentes, del dogma más fanático tanto en la teoría como en la práctica, y del sesgo cognitivo más pertinaz.
Es el nacionalismo venezolano el que busca discernir cuales son los verdaderos intereses de la Nación y sus ciudadanos, con sus grandes objetivos, por encima de todos aquellos partidos políticos con sus derivas mezquinas para servirse del poder, con sus ínfulas malsanas por el reconocimiento y la vanidad a la opulencia; por eso el nacionalismo venezolano emerge para evitar todo tipo de dogma, pensamiento anacrónico o visión anclada en el pasado, que sea obstáculo para el devenir de una República virtuosa, donde el Imperio de la Ley derrote las sombras de la tiranía marxista.
- Para el marxismo la ideología prevalece sobre la práctica.
- Para el nacionalismo venezolano la práctica prevalece sobre cualquier creencia circunstancial.
- Para el marxismo los fines idealizados prevalecen sobre los medios para alcanzarlos.
- Para el nacionalismo venezolano los medios prevalecen para alcanzar los fines que son referencias para ver qué tan eficiente somos para alcanzarlos.
- Para el marxismo, si la práctica falla, la culpa es de la práctica no de la teoría (considerada infalible y un dogma).
- Para el nacionalismo venezolano, si la práctica falla, la culpa ha de ser de la teoría (que puede ser reformulada), no de la práctica.
Nosotros como nacionalistas al criticar muchos aspectos del materialismo histórico, somos vistos por el espectro marxista como una falsa conciencia, como un error sistemático, como un obstáculo epistemológico; los marxistas consideran al nacionalismo como una ideología de las clases dominantes; por lo que frente a estas afirmaciones tendenciosas provenientes de nuestros detractores políticos y siendo portaestandartes nosotros del nacionalismo venezolano, afirmamos: ¡EL NACIONALISMO ES UNA IDEOLOGÍA CIMENTADA EN UNA DOCTRINA DE LA VOLUNTAD Y LA POLÍTICA REIVINDICADORA DE LAS VIRTUDES CIUDADANAS! Busca disipar las espurias luchas estimuladas por las envidias y resentimientos de clase, donde cada ciudadano sea feliz cumpliendo con la labor que más le satisfaga, siempre aspirando a la excelencia en su campo, ofreciendo sus capacidades para la superación individual y colectiva, reconociendo que debemos buscar la transformación, intelectual, moral, espiritual y material de manera integral.
Venezuela Quiere ORDEN.
Sergio Díaz Yaguarán