En Venezuela, uno de los grandes abismos que nos separa del mundo, es el problema ideológico partidista. Este problema viene arrastrado por el accionar político del bipartidismo, quienes se acostumbraron a mirar a los ciudadanos, y a su militancia, como simples votantes. Este accionar fue asumido por casi todas las organizaciones políticas que hoy convergen en nuestro país.
Miremos un poco a los militantes de la tolda chavista, títeres neófitos que siguen bajo la imagen de un líder y de un proceso, en el que solo participan como grupo de choque, o con falsos liderazgos comunitarios sostenidos bajo la limosna que reciben de parte de la oligarquía roja. Quienes realmente comprenden o tienen la convicción comunista, poco hacen por llevar ese conocimiento a sus bases..
Esta práctica, sin embargo, no es exclusiva del chavismo. Podría decirse que la aprendieron del bipartidismo. El problema ideológico partidista se encuentra en que, además de ser en mayoría de izquierda, quienes militan en dichas organizaciones no tienen la convicción ni la preparación para defender sus posturas. No hace mucho, en un conversatorio, se le pidió a un joven integrante de Primero Justicia, Carlos Castillo Matute, que explicara el Centro Humanismo, definiera “Persona Humana” y la diferencia entre una persona y un individuo. Su respuesta fue “pueden googlearlo”, mostrándose incapaz de defender lo que pregona.
En una era postchavismo, esa falta de formación, convicción y claridad política los haría incapaces de participar en un debate nacional. ¿Qué puede aportar una organización cuyos integrantes no son capaces de defender sus convicciones? Ahí el problema ideológico partidista.
Las organizaciones que hoy nos plantamos como alternativas a la izquierda, tenemos mucho camino que recorrer en lo interno y en nuestro alcance comunicacional, pero contamos con mayor comprensión de las necesidades y problemas que padece nuestra nación. Para los venezolanos que hoy viven en estas tinieblas hay una esperanza a el problema ideológico partidista.
Desde ORDEN vemos con buenos ojos la coalición en la que somos partícipes, ya que demuestra que en medio de tanta oscuridad, hay organizaciones que estamos dedicando tiempo y esfuerzo en tener personas que constantemente están buscando superarse, dentro de sus convicciones. Espero que esto genere presión para que aquellas organizaciones que siguen bajo ese viejo esquema, cambien, y tengan algo que aportar a nuestra nación. Sino, están destinados a desaparecer.
Germán Jiménez @gjjimenez21
¡Venezuela quiere ORDEN!