Por @NelsonRZ33
de @OrdenVenezuela
La muerte, el terror y la barbarie encarnados en Boves durante los primeros años de nuestra Guerra de Independencia extinguieron toda esperanza de triunfo. Conmemorar los hechos del 12 de Febrero de 1814 tiene especial significación para los venezolanos.
La energía, el ímpetu y la fe en la Idea de La República de la juventud universitaria de entonces hicieron realidad lo que se creía imposible: Vencer al tirano. Hoy siguen vigentes las palabras de José Félix Ribas:
“Soldados: Lo que tanto hemos deseado se realizará hoy: he ahí a Boves. Cinco veces mayor es el ejército que trae a combatirnos; pero aún me parece escaso para disputarnos la victoria. Defendéis del furor de los tiranos la vida de vuestros hijos, el honor de vuestras esposas, el suelo de la patria; mostradles vuestra omnipotencia. En esta jornada que será memorable, ni aun podemos optar entre vencer o morir: ¡necesario es vencer! ¡Viva la República!”
A 203 años de aquella gloria, la juventud venezolana tiene el compromiso histórico de demostrar todo su vigor despertando del letargo a la que fue inducida por las dirigencias partidistas convencionales durante décadas para saciar sus mezquinos intereses y apetitos personales.
Así como esa generación heroica que sin vacilación se opuso a la destrucción y despotismo; la juventud de hoy tiene el deber de oponerse para siempre a lo que envejece su alma y ata a Venezuela a la miseria, resistiendo en pensamiento y acción a toda estructura o sistema que represente tiranía y dominación; y corrupción, viveza, oportunismo y comodidad mal habida, vistas como prácticas “propias de nuestra cultura”.
El brío de la juventud no puede verse menguado por falsas promesas de los mismos politiqueros de siempre que con doctrinas fracasadas – socialismo y todas sus derivaciones – pretenden tener de rodillas al país.
La mejor ofrenda que la juventud puede hacer para honrar la memoria de nuestros héroes de 1814 y 2014 es romper definitivamente con el paradigma que nos ha llevado a la ruina.
VENEZUELA QUIERE ORDEN