Desde la llegada del Régimen socialista a Venezuela en 1998 el fenómeno de la delincuencia ha sufrido un incremento exponencial en comparación con los periodos anteriores; Venezuela pasó a convertirse de un país con índices delictivos promedio en el continente al segundo más peligroso del mundo. Ante esta situación cabe hacerse la pregunta ¿Por qué la criminalidad aumentó de forma tan avasallante durante este periodo?
Múltiples son las respuestas a esta interrogante, apuntando la mayoría de ellas al Gobierno Nacional como culpable de una problemática que no solo se encargaron de minimizar y desconocer durante años si no que se dieron a la tarea de promoverla abiertamente.
A partir de su toma de poder el exmandatario Hugo Chávez inició un progresivo y sostenido proceso de desinstitucionalización del Estado venezolano, este factor se puede manifestar en la evidente politización de los Poderes Públicos situación que derivó en una importante polarización y exclusión de parte de la población. Del mismo modo, al colocar los organismos del Estado a disposición del partido de gobierno sus misiones originales fueron eminentemente desvirtuadas generando una gran pérdida de efectividad. Una de las instituciones más afectadas debido a esta coyuntura han sido los cuerpos policiales que sufrieron un programa de desarme (luego del año 2002 a las policías se les quitó el armamento largo con excusas ideológicas alegando que se usarían para un golpe de estado) que restó enormemente su capacidad de respuesta colocándolos en una peligrosa situación de desventaja ante una criminalidad cada vez más armada y sofisticada, aparte de esto se les hizo un llamado a dejar de un lado las labores represivas hacia la delincuencia por temas ideológicos y de costo político.
En paralelo, el Gobierno socialista en su esfuerzo por perpetuarse en el poder inició la creación de un para-estado organizando colectivos armados y dándoles funciones que le corresponden a los entes gubernamentales como la seguridad en sus respectivas zonas de operaciones así como otras tareas administrativas. Dicha circunstancia debilitó aún más al Estado venezolano dado que el mismo no podía actuar contra estos colectivos puesto que estaban bajo órdenes del Gobierno aumentando la rampante impunidad que enfrentaba el país producto de la corrupción y desidia con que se ha tratado el tema.
La evidente destrucción del Estado por parte del gobierno representa un problema de enorme envergadura para la nación que ha derivado en caos e inestabilidad. Es primordial para el nacionalismo venezolano reorganizar y fortalecer al Estado haciéndolo capaz de garantizar la seguridad de sus ciudadanos y los intereses de la nación a través de la ostentación del monopolio legítimo de la violencia, por esta razón y muchas otras…
Venezuela quiere ORDEN