Por @NelsonRZ33 de @OrdenVenezuela
El origen que nos identifica y nos diferencia de otros nacionalismos en el mundo, no reside en una mera contemplación de nuestro precedente histórico. Tampoco se limita al egocéntrico reconocimiento de su (un) arquetipo social.
Nuestro nacionalismo no es la abstracción de una empeñada idea de Nación, va más allá. El nacionalismo venezolano es una realidad tangible y palpable a través de hechos comprobables. El talento, la inteligencia y la creatividad del venezolano, capaz de sobreponerse a las circunstancias cuando así lo desea, son factores de hierro fundido con oro que definen la virtud de nuestros compatriotas. Ellos son creadores de su destino y del destino de la Patria, y esto es especialmente así porque somos lo mejor de (al menos) tres culturas; somos la expresión más perfeccionada del proceso de mestizaje… SOMOS VENEZOLANOS.
Estas cualidades, contenidas en las diversas manifestaciones y aptitudes individuales -y en la suma de todas sus partes-, es el resultado de la acción colectiva que enmarca la grandeza de la Nación venezolana, y es la materialización de nuestro nacionalismo.
Su importancia y trascendencia radican en las prácticas cotidianas que hacen que nos reconozcamos como venezolanos, y en este particular hay que hacer especial énfasis, para así derribar ciertos mitos, pues, durante décadas, los decadentes “partidos políticos” -representantes del marxismo- pretendieron definir al venezolano señalando (e imponiendo) vicios ajenos a nuestra cultura. Ellos quisieron hacer ver que el venezolano es tramposo, mediocre, flojo, holgazán, incapaz de valerse por sí mismo y siempre dependiente de las miserables dádivas del populismo -propias de la partidocracia 4ta/5ta republiquera-, pretendiendo mostrar estos vicios como expresión típica de nuestra cultura y comportamiento colectivo.
¡Mentira! Los venezolanos, en su inmensa mayoría, son honestos, trabajadores, perseverantes, colaboradores, ingeniosos, inventivos, resueltos, resolutos y poseen fe en lo que hacen. Estas cualidades son el bastión más importante de nuestro nacionalismo, y tenemos que exaltarlas a través del Ideal Nacional, para materializar la realización individual y colectiva de los venezolanos.
La fuerza de nuestro nacionalismo está en los ciudadanos comprometidos con la historia, conscientes de sus talentos, seguros de sí mismos, unidos por un futuro de Prosperidad y Libertad, firmes en la convicción del Ideal Nacional, dispuestos a legar un país próspero forjado a base de sus capacidades.
Venezuela quiere ORDEN.