Por @NelsonRZ33 de @OrdenVenezuela
Hace 202 años un terrible mal azotó con su destrucción y desoló a la Nación. José Tomas Boves, junto a su lugar teniente Francisco Tomas Morales y su legión infernal, devastaban todo a su paso, siendo siempre más lejana una esperanza de revertir ese destino. Miedo, terror, desaliento, dolor y muerte reinaban en las almas flageladas por aquellos espantosos verdugos.
El ejército Libertador, decidido a frenar sus planes de muerte, va a enfrentarlo en la Victoria. José Félix Ribas avanza desde la capital con 1000 soldados, muchos de ellos estudiantes de la Universidad de Caracas y seminaristas del Seminario Santa Rosa de Lima; por su parte Vicente Campo-Elias avanza desde San Mateo con 220 hombres. La defensa de la ciudad solo estaba en los hombros de 1220 soldados, en su mayoría jóvenes universitarios.
Estos jóvenes no tenían experiencia en la guerra, ni pericia en el manejo de armas, solo los movía un profundo sentimiento: La Patria. Ese día, cuando la muerte y la desolación imperaban, Ribas se dirigió a esas tropas con poca experiencia pero desbordantes en corazón y espíritu:
“Soldados: Lo que tanto hemos deseado se realizará hoy: he ahí a Boves. Cinco veces mayor es el ejército que trae a combatirnos; pero aún me parece escaso para disputarnos la victoria. Defendéis del furor de los tiranos la vida de vuestros hijos, el honor de vuestras esposas, el suelo de la patria; mostradles vuestra omnipotencia. En esta jornada que será memorable, ni aun podemos optar entre vencer o morir: ¡necesario es vencer! ¡Viva la República!”
Al final del día de aquel 12 de febrero de 1814, el ejército libertador resistió la embestida realista de las tropas de Boves y Morales. Fueron los jóvenes, quienes sin miramientos dejaron su alma por la patria, y por la nobleza de ese sacrificio para el porvenir de la Gran Nación Venezolana, Bolívar se refiere a Ribas, con sus jóvenes tropas,como el “Vencedor de los tiranos”.
Hoy, a distancia de dos siglos, la situación no es muy diferente. Muerte y desesperanza se apoderan de las almas de los venezolanos, los fantasmas de Boves y Morales parecen haber reencarnado en todos los actores políticos de hoy para continuar con la destrucción de nuestra Nación. Entre la degradación de la vida de los ciudadanos y la mentira de un “mañana mejor”se desvanece la posibilidad de superar esta realidad, engendrados en las manos de los mismos que instauraron la pobreza; los mismos cuyo discurso gira falsamente entorno a “adversar al régimen actual”.
En medio del miedo y la depresión por un futuro incierto,nos arrebatan la identidad, pisotean nuestro orgullo nacional, trabajan para despojarnos de la dignidad y dejarnos en ruina material; en pocas palabras: empobrecernos material y espiritualmente.
Así como ayer, hoy la juventud tiene un rol determinante.
Joven venezolano, tu talento, tu vitalidad, tu frescura, tus sueños, tus anhelos han sido arrollados por la tiranía y arrebatados por promesas incumplidas que sirvieron de escudo para un plan diabólico que buscaba exclusivamente tu esclavitud. Tú, joven venezolano, no te arrodilles, no renuncies jamás a vivir en una Nación próspera,un país donde puedas realizarte con satisfacción,en el que por fruto de tu esfuerzo y trabajo puedas tener una verdadera independencia económica. Es hora de que comprendas la magnitud y envergadura de tu increíble potencial. Eso podemos hacerlo posible si nos unimos en torno a una Idea grande, plena y virtuosa, batallando juntos por una misma causa y razón: NUESTRA AMADA VENEZUELA. Es la misma causa y razón que alentó a la juventud del 12 de febrero de 1814, donde las posibilidades de éxito de esos jóvenes héroes eran mínimas, y aun así lograron vencer a las tinieblas.
Tomemos las riendas de nuestro destino y no permitamos que se nos escurra de las manos.
Juventud venezolana, es momento de despertar y enfrentar esta nefasta realidad, este despotismo, este monstruo de dos cabezas que se vale de tu nobleza para utilizarte para sus fríos propósitos de dominación y sumisión. Es imperativo barrer con esas máscaras políticas que te ofenden, se burlan de tu buena fe y hunden a Venezuela. Es hora de que seas una vez más el protagonista de una historia inmortal, la misma que forjó nuestro gentilicio. La Historia se repite y Venezuela clama por ti para su rescate.
Levantémonos y salgamos de esta decadencia para resurgir como alguna vez lo hicimos y conquistemos un esplendoroso porvenir. Qué la voluntad de la juventud no se opaque por las frivolidades de los partidos traidores, pilares del régimen.
VENEZUELA QUIERE ORDEN