La actual pandemia de Covid-19 nos ha llevado a todos a refugiarnos en nuestras casas, bien sea por medidas de los gobernantes de cada país o por conciencia propia, esto lo hemos hecho con la finalidad de evitar mayores niveles de esparcimiento del mismo y resguardar nuestra salud y la de los nuestros.
Pareciera que, en medio de toda esta incertidumbre, nos hemos encontrado con cosas positivas como la disminución de la emisión de CO2 producto de la paralización de muchas industrias y en especial por la paralización de China, el mayor contaminante mundial; la vuelta de algunos animales a sitios donde desde hace tiempo no se les veía producto de la contaminación; mayor limpieza de las aguas, como por ejemplo las de los canales de Venecia; entre otras cosas, que por supuesto daría alegría ver y escuchar, sino estuviesen siendo utilizados como siempre por los comunistas para su agenda ideológica.
¿A qué nos referimos con esto? Pues que personas afines a la ideología comunista han comenzado a difundir estos aspectos positivos de la pandemia para atacar al capitalismo en general y por supuesto vender su modelo; cabe destacar que estas son las mismas personas que guardan silencio o que apoyan tiranías como en la que vivimos que destruyen ecosistemas y contaminan sin ninguna compasión nuestra principal fuente de agua dulce, producto del saqueo mineral que han impulsado en el Estado Bolívar.
Con esto vemos, una serie de hipócritas ecologistas, entre ellos Greta Thumberg, que critican a EEUU y no a China por su emisión de CO2, y que al final del día, no solo demuestran el poco aprecio que tienen a la humanidad, pues celebran diciendo que tenemos lo que merecemos con esta pandemia y cosas por el estilo, sino que les importa realmente muy poco la extinción o no de la fauna y la flora, la contaminación de las aguas dulces, etc., porque su verdadera agenda es la instauración del comunismo y sus banderas verdes solo son disfraces temporales para captar incautos.
Venezuela quiere ORDEN
Carol León