Para el Movimiento Nacionalista ORDEN, la política contemporánea es desfavorable para Venezuela, ya que, los valores de este movimiento, están adheridos a un amor incondicional por el suelo patrio y una búsqueda constante de la perfectibilidad y viabilidad de todas las áreas de la vida nacional. Estos valores, son opuestos a los intereses del oficialismo y de la oposición, y la relación entre ambos actores políticos es más estrecha de lo que se aparenta.
En la situación venezolana, el carácter que despliega ORDEN causa cierta intriga, y es injustamente señalado de inactividad política, cobardía institucional y ser parte de todo el conjunto integrante del sistema partidocrático, lo cual es insensato porque es uno de los puntos de demanda más sólidos que ORDEN ha denunciado públicamente del sistema político imperante. El desapego de la colectividad venezolana con los valores que expresa ORDEN -promoción de genuino patriotismo, desarrollo moral del ciudadano, avances sociales y culturales para la nación-, es producto del cataclismo político de las últimas décadas, donde la fidelidad partidista incuestionable suplanta el sentimiento venezolanista de hacer país.
Con la usurpación del Estado por parte de la oclocracia chavista, en la sociedad venezolana se terminó por menoscabar la conciencia política aguda y disminuir a sus mínimas expresiones los sentidos nacionalistas en la inmensa mayoría de la población. Con la utilización demagógica de figuras históricas, como la del Libertador Simón Bolívar para utilizar vilmente su imagen en la bandera de la llamada “revolución bolivariana” y el uso pérfido del nombre de su maestro, Samuel Róbinson (seudónimo de Simón Rodríguez), el imaginario colectivo del venezolano común interpreta estas asociaciones discursivas como partes integrales del cuerpo de la tiranía, rechazando de forma enérgica cualquier rasgo nacionalista o de algunas figuras históricas por su anterior participación en dialécticas del llamado socialismo “bolivariano”.
Afortunadamente, gracias a la iniciativa de ORDEN, de exaltar la figura de todos los personajes históricos que moldearon nuestro gentilicio, se ha logrado reanimar paulatinamente el espíritu nacional y el impulso nacionalista dentro y fuera del país. No obstante, la visión de otros venezolanos hacia ORDEN continúa siendo desconfiada, pues es hasta comprensible, que, en un mundo de polarizaciones ideológicas, en la dinámica tradicional de izquierda-derecha, un movimiento que no se encasilla estrictamente en ese marco, resulta insólito y singular.
ORDEN no obedece a ningún partido político venezolano o extranjero, nunca mostró interés en pactar con los actuales criminales lascivos que mantienen un poder iracundo en contra del pueblo venezolano, como sí lo hicieron y lo hacen otras personalidades o partidos políticos de mayor renombre, con el sólo objetivo de permanecer subsistiendo, aunque eso signifique colocarse en contra del bienestar de los venezolanos. Como movimiento nacionalista, está orientado a los intereses que se relacionan directamente con la nación y sus ciudadanos, no busca financiamiento en las afueras del suelo patrio porque no están dispuestos a entregar u ofrecer ninguna riqueza o beneficio que le pertenezcan a los venezolanos a foráneos y su único objetivo es el mejoramiento del medio nacional en todas sus dimensiones para elevar la calidad de vida de todos los ciudadanos de Venezuela.
Asimismo, ORDEN no es una asociación de ideas de izquierda, pues rechaza el ímpetu revolucionario de las ideas marxistas y comunistas, y, por otro lado, tampoco se adhiere a los preceptos de una derecha añeja y sin visión estratégica, manteniendo una admirable y respetable autonomía de sus ideas y propósitos, que no son otros que las primeras necesidades del país. Es un movimiento plenamente venezolanista, adaptado a las circunstancias venezolanas, a sus realidades adjuntas, promoviendo la tradición de la venezolanidad y rechazando los “progresos” de la izquierda o las “acciones” inamovibles de la derecha, aptitudes ajenas a la idiosincrasia del país. El progresismo desprecia lo que se puede conservar y es desmedido en su avance, ORDEN podría considerarse un movimiento desarrollista en cuanto lo social y económico, dirigido a la sofisticación de las áreas que se consideran fósiles y estériles, promoviendo su actualización para edificar una industria de grandes potenciales y una sociedad capacitada para medirse frente a los distintos desafíos que se presentan en el mundo contemporáneo.
Si el lector desea etiquetar a ORDEN con algún fundamento ideológico, no sería un concepto de izquierda o derecha, liberal o marxista, anarquista o fascista, libertario o socialdemócrata, sería el concepto central de la tesis de la venezolanidad orientada a su máxima altura: el venezolanismo. Sí, es un movimiento político, apunta a un desarrollo de la venezolanidad digna y heroica en todas sus medidas realizadoras. El venezolanismo de ORDEN no obedece a una somera abstracción ideológica, sino a una forma orgánica de actuación conjunta de los ciudadanos, dirigida al desarrollo integral y cabal de la sociedad venezolana y sus extensiones.
En ORDEN no se está buscando revoluciones con matrices de opiniones examines, ideas desconectadas de nuestra cultura o ideologías importadas, se está trabajando para la evolución del país y su desarrollo íntegro, por la prosperidad económica y la excelencia de su calidad ciudadana, por una transformación de los esquemas mentales y de la inteligencia venezolana, una renovación de valores a través de una educación eficaz de vida nacional, una política venezolana con soluciones y remedios venezolanos, una aplicación de plan venezolanista y una metodología naturalmente creada para las exigencias de nuestras primeras obligaciones. Por esa razón, creemos en la unión de los venezolanos como el vínculo de acción eficiente para elaborar los proyectos destinados al engrandecimiento de la patria venezolana.
Pensar el país posible y no delirar en utopías o sociedades imposibles, pensar la sociedad viable, el ciudadano admisible y el alcance oportuno del venezolanismo de ORDEN, es lo que se denomina un nacionalismo venezolano constructivo, hecho con la voluntad de un puñado de estudiantes que deseaban una nación próspera y admirable, crecido en un movimiento que busca de ser una alternativa segura y vigorosa frente a los bandos que han traicionado las esperanzas de lo venezolanos de tantas formas, que han introducido en la opinión popular un deseo de apatía por la participación política.
El carácter desarrollista y venezolanista de ORDEN es lo que distingue su tono auténtico de entre el montón de partidos o movimientos políticos existentes en la escena política nacional, interesados más en figuras que ninguna relación comparten con el país y que sus maneras de actuar son inaceptables. Sus planes de país son inexistentes o repeticiones de modelos fósiles no adecuados para las exigencias que la actualidad del mundo demanda. ORDEN se mantiene firme, armado con sus distintas formulaciones expresadas en: el Plan de Nación, compuesto en dos fases, el Proyecto de Constitución, el Plan Económico Nacional, entre otros documentos que componen el cuerpo de propuesta y acción del movimiento nacionalista, siendo ORDEN una asociación de ideas y acciones, no quedándose en la eterna formulación de planes o intentando insertar componentes desgastados de la historia que ninguna intervención fundamental podrá tener en el país.
En este sentido, las descalificaciones que recibe ORDEN no son procedentes por ningún lado, por su composición plenamente venezolana, repelente a la intromisión de ideologías extranjeras y acuerdos tácitos con los actuales gobernantes o cómplices partidistas de los mismos, por la integridad que lo respalda y la honestidad que mantiene aún en atmósferas tan adversas. Mantenemos una actitud frontal en contra de todo aquello que perjudique a la nación, y no toleramos a las agrupaciones que colocan sus beneficios por encima de los ciudadanos y reafirmamos nuestra tajante lucha en contra de un régimen tiránico, mezquino y corrupto que no obedece a ningún trato democrático y que, por tal motivo, no puede ser enfrentado con bases democráticas y sí con la férrea voluntad de millones de venezolanos.
¡Venezuela quiere ORDEN!