Por: @NelsonRZ33
de @OrdenVenezuela
El 5 de julio de 1811 comienza una gran etapa en la historia de Venezuela. A partir de ese momento, y luego de una serie de eventos históricos en la metrópoli, nuestros Padres Fundadores tomaron la decisión irrevocable de no depender política, administrativa y económicamente de España. Fuimos el primer país de toda Hispanoamérica en proclamarnos libres e independientes, ya no seriamos colonia española ni súbditos de su cobarde y usurpada monarquía.
Lamentablemente, la fundación de la República vino acompañada de calamidades, malas decisiones y tempranos fallos, y, en especial, la falta del elemento clave de toda nación que pretenda a la República para guiar sus destinos: El Ciudadano.
Los precursores y padres libertadores iniciaron una lucha contra una parte de la población que se sentía súbdita de la monarquía y guardaba lealtad a la corona española; con quienes aún no asimilaban la idea de la libertad y mucho menos la implicación y trascendencia de ser Ciudadano de una República. Por primera vez nos enfrentamos como venezolanos.
A 205 de nuestra independencia, es propicia la ocasión para reflexionar sobre nuestro porvenir. Nuestro nacimiento como República fue súbito y traumático, y ese impacto inicial trajo consecuencias nefastas al porvenir de nuestra Nación.
El camino era incierto ante una asegurada confrontación y aniquilamiento entre quienes compartíamos la misma tierra y la misma tradición histórica. El concepto de República no fue absolutamente fraguado ni tampoco inculcado en los habitantes de entonces. Este proceso cobró vidas sin permitir madurar la idea principal, además, avivó al monstruo del caudillismo que, hasta nuestros días, ha traído tantas desgracias a nuestros conciudadanos.
Es preciso volver la mirada a nuestra historia republicana, aprender de ella y trazar un rumbo nacional. Cometer los mismos errores históricos que como sociedad nos empeñamos en incurrir reiterativamente, nos condena al perpetuo fracaso y a vivir en la tiranía que hoy oprime a Venezuela. Esto nos enseña dos cosas:
- La Nación toma forma real y se sustenta no solo en los ciudadanos, sino en la conciencia que estos tengan en torno a ella; y esto será así en la medida en que dicha conciencia sea estimulada por quienes desean la prosperidad de la Gran Nación Venezolana. En otras palabras, educando al ciudadano.
- Teniendo una Idea de Nación como factor fundamental de unidad, en torno a nuestra historia y en función de nuestros intereses comunes, será imposible desconocernos como hermanos de una misma Madre, porque nuestro destino será compartido, y con él su grandeza, prosperidad individual y nacional.
El nacionalismo venezolano en manos del Movimiento Nacionalista ORDEN asume el rol histórico de nuestra generación, estimulando la Idea de la unidad nacional de los venezolanos mediante el reencuentro con nuestra historia para proyectar nuestro potencial. En este cumpleaños de la República, que todo sea por Venezuela y su mejor destino.
Venezuela quiere ORDEN